Esta campaña hay más producción, más superficie, mejores precios y nuevos retos
La llegada de septiembre nos trae los datos de producción sobre el tubérculo más popular de la gastronomía española: la patata. En este sentido la Consejería de Castilla y León, comunidad que concentra más de 3.300 productores y casi el 28 % de la superficie nacional en producción, presenta unos pronósticos muy halagüeños. La cosecha de patata castellanoleonesa rondará las 940.000 toneladas, lo que representa un aumento de producción del 13,5 % respecto al pasado año. La razón de este aumento es que la superficie de cultivo ha vuelto a experimentar una importante crecida del 5,6 %, hasta situarse en 73.100 hectáreas. Valladolid y Salamanca, con 5.614 y 4.522 hectáreas sembradas, respectivamente, siguen siendo las principales productoras, seguidas por Burgos, con 2.231; Segovia, con 2.186; León, con 1.600; Ávila, con 1.338; Zamora, con 1.050; Palencia, con 905 y Soria, con 436.
También hay buenas previsiones en lo que a precios y rendimientos se refiere. Según fuentes sectoriales los precios podrán llegar a ser “competitivos” porque coste por kilo de tubérculo se situará entre los 32 y los 38 céntimos, dependiendo de “zonas, variedades y tipos”. Es una mejora sustancial porque en 2015 el kilo de patata en Castilla y León se pagaba a 0,16 euros, y en 2014 sólo a 0,13 euros. Respecto a rendimientos, fuentes oficiales aseguran que son muy buenos porque en la mayoría de las parcelas la producción oscila ya entre las 45 y las 50 toneladas por hectárea.
La campaña, por tanto, arranca con datos positivos y la Consejería estima que es el momento idóneo para abordar la aprobación de una Interprofesional que dé “estabilidad” al sector. Para conseguirlo, más de la mitad de los productores deberían avalar con su firma un documento de representatividad en el que se está trabajando. Para explicar los beneficios de la futura Interprofesional, se están sucediendo diversas reuniones en las que, por cierto, también se está empezando a hablar de una figura de calidad ‘Patata de Castilla y León’ que podría ayudar a comercializar el tubérculo. Un reto importante para una comunidad en la que este sector alcanzó el año pasado un valor económico de 130 millones de euros.