La joven empresa mantiene su trayectoria de éxito y aumenta cada año su facturación.
Aresca es el resultado del conocimiento de los mercados italianos por parte de Simone Scanu y la experiencia de Miguel Areste. Ambos forman este tándem italo-español.
Con tan sólo dos años y medio de vida, la firma catalana ha pasado de tener una facturación de tres millones de euros a unos 12 millones, con los que espera cerrar el actual ejercicio.
Entre los planes de futuro de la compañía destaca el mejorar la capacidad frigorífica y quién sabe, si incluso ampliar paradas en el recinto de Mercabarna. Tampoco se descarta la posibilidad de abrir puestos en algunos mercados europeos, a los que se llevaría género desde Barcelona.
Una de las ventajas competitivas de la compañía es el conocimiento in situ tanto del mercado italiano como español, ya que los dos socios conocen la realidad directa de lo que en ambos países acontece. “Nuestro contacto con Italia nos permite saber por adelantado muchos de los movimientos del mercado y esto siempre es una ventaja. Aprovechamos esta sinergia en nuestras relaciones comerciales tanto en Italia como en Barcelona,” mantiene Scanu.
El portfolio de la compañía es muy amplio, destacando especialmente en la temporada invernal productos como la lechuga iceberg, los cítricos y el kaki. En el verano melones y sandías son las estrellas. “Con nuestro contacto con los remitentes y el paso del tiempo creo que nos especializaremos en algún producto, pero a día de hoy, nuestro propósito se basa en dar un buen servicio y mantener la confianza con nuestros proveedores, haciendo las cosas lo mejor que sabemos hacer.” explica Miguel Areste.
A largo plazo, la compañía pretende convertirse en una empresa integrada que preste todos los servicios que un cliente necesita. De momento, Aresca cuenta con su propia flota de transportes, que salen llenos desde Barcelona hacia otros mercados y regresan con mercancía de diferentes países.