La Clemenules, reina de la producción en Castellón, vive un lento declive por el que ha perdido 20 puntos respecto a la importancia que llegó a tener hace una década.
La que fuera favorita hace una década, vive una etapa de recesión en el campo castellonense. Llegó a significar un 80% del total de la provincia, y hoy ya es sólo 60% de la producción, con una cosecha prevista de 369.962 toneladas, en un conjunto de 621.757 toneladas.
La razón principal de la situación actual es el crecimiento desmesurado que sufrió durante algunas campañas y que dio lugar a la saturación del mercado y descenso de los precios.
Desde la Agrupación de Viveristas de Agrios (Avasa), quedó confirmado que “sólo se venden plantones de Clemenules para reponer árboles, pero no para nuevas fincas, mientras que el sector sí se mueve respecto a la Clemenrubí y Oronules, y en esta temporada se ha visto un despegue de la Orogros”.
Diversas fuentes del sector aseguran que “se vive un momento en el que se tienden a diversificar riesgos y buscar producciones rentables, por lo que se mira tanto a la cosecha por delante como a las producciones más tardías.”
La caída generalizada de la producción de esta temporada no es homogénea para las distintas variedades extra tempranas, tardías o híbridas. La Oronules aumenta su producción un 14’5 % y llega a las 5.835 toneladas, la Clemenrubí tiene la misma tendencia y sube un 17,4%, llegando a las 3.105 toneladas y la Ortanique, registra casi el mismo aforo que el año pasado, 24.161 toneladas.