La calima sahariana y las fuertes rachas de viento alcanzadas en Canarias durante el pasado fin de semana produjeron unas pérdidas de entre un 50% y un 80% en la cosecha de aguacate, según diferentes fuentes del sector.
La zona norte de la isla de Tenerife fue la más afectada, lugar donde se concentra una gran parte de la producción. Los vientos llegaron a alcanzar velocidades de 140 km/hora en el Valle de La Orotava.
Por otro lado, esta circunstancia meteorológica tendrá también su incidencia en los cultivos del año que viene porque las altas temperaturas- unos 30 grados- quemaron la flor de los aguacateros. Además, algunos de ellos fueron arrasados por los seis incendios que se produjeron como consecuencia de la electricidad estática.
La producción canaria se sustenta durante todo el año entre tres diferentes variedades: Hass, Fuerte y Reed, con unas 12.000 toneladas que ocupan una extensión de aproximadamente 1.700 hectáreas.
Canarias, al igual que la península ibérica, vive inmersa en ‘la fiebre del aguacate’, una expansión productiva que significa un incremento de superficie del 25% entre los años 2015 y el recién iniciado 2020.
Los consumidores canarios son los españoles que más consumen aguacate con una media anual que roza los seis kilos anuales.