De todas las amenazas que existen para la seguridad alimentaria en las líneas de procesamiento, las malas hierbas tóxicas es de los problemas más difíciles de afrontar. Cuando las plantas venenosas de estramonio y belladona crecen junto con la verdura de hoja verde, las malas hierbas tienen un color tan similar al del producto agrícola que resultan difíciles de detectar. En especial esto sucede con las judías verdes y las espinacas baby . Además, tras escaldar las judías para congelarlas o de cortar las espinacas, detectar y rechazar el estramonio se convierte en una tarea aún más complicada si cabe.
Esto constituye un verdadero reto para los procesadores y, los cambios en los métodos agrícolas actuales agudizan este problema. Así, la creciente demanda de los consumidores de cultivos ecológicos y las restricciones en el uso de herbicidas contribuyen a la proliferación de malas hierbas.
Desafortunadamente esta situación está llamada a empeorar: se prevé que el valor anual de las ventas mundiales de alimentos ecológicos crecerá a una tasa anual compuesta de entre el 10 % y el 13 % hasta 2030. Esto incrementará el volúmen de malas hierbas tóxicas que se mezclan con verduras frescas y congeladas.
Los minoristas están preocupados por este asunto. Si los consumidores encuentran en sus alimentos materias extrañas venenosas, las grandes marcas podrían exponerse a reclamaciones de indemnizaciones exorbitantes y daños en su reputación de marca, aún más costosa.
Como resultado de todo esto, los minoristas esperan que los procesadores adopten las medidas necesarias para eliminar estos riesgos.
La buena noticia es que las máquinas de clasificación más avanzadas ofrecen soluciones altamente eficaces. Hoy existe un tipo de tecnología de clasificación en particular que posee capacidades de detección desconocidas hasta hace muy pocos años.
Las máquinas de clasificación que sí resuelven el problema
La empresa que ha incorporado esta innovadora capacidad, revolucionando la detección de malas hierbas tóxicas en frutas y verduras y aportando capacidades de clasificación incomparables a otras categorías de alimentos, es TOMRA Food. Como líder de soluciones ópticas de clasificación y calibrado para la industria alimentaria, TOMRA ofrece soluciones de clasificación altamente eficaces para cada tipo de producto vegetal, incluidos los congelados, envasados frescos, cortados frescos y enlatados.
Aunque los objetivos principales de las clasificadoras ópticas son proteger la seguridad alimentaria y ofrecer un producto de calidad constante, también ofrecen muchas otras ventajas. Las mejores clasificadoras pueden clasificar conforme a las especificaciones; aumentar la eficacia en la eliminación, minimizar los falsos rechazos; reducir la necesidad de intervención manual; ayudar a resolver los problemas de escasez de mano de obra; reducir el tiempo de inactividad de la línea y proporcionar datos valiosos sobre el producto clasificado. Como resultado, se consigue una reducción del desperdicio de alimentos y un aumento de la producción y los beneficios.
Las dos máquinas clasificadoras que mejor detectan y rechazan las malas hierbas tóxicas son la TOMRA 5B y la TOMRA 5C. Algunos procesadores utilizan ambas máquinas en la misma línea: la TOMRA 5B primero, antes de trocear o escaldar el producto, y la TOMRA 5C después, con tecnología de identificación de firma biométrica (BSI), para realizar los controles finales entre el túnel de congelación y la zona de envasado.