China, principal competidor del Ajo Morado español, lleva dos campañas especulando con el producto por el descenso de la producción.
En casa de Mª Dolores Suárez, presidenta de la IGP Ajo Morado, solo se consume Ajo Morado de Las Pedroñeras: “es el de mayor pungencia, sabor, aroma y el que concentra más propiedades saludables, está probado científicamente”. Encargada de difundir y promover los valores de este producto desde 2014, es consciente de la dificultad de competir con un rival como China, el primer productor mundial (copa el 85-90% de la producción total). “Podemos competir en calidad, pero es imposible hacerlo en precio, y lo hacemos en desigualdad de oportunidades debido a las condiciones laborales que imperan en el sector agrícola chino”. Sin embargo, el descenso del 15% de la producción china (equivalente al total producido en España), provocó una “especulación brutal” que benefició a las ventas de ajo español. “Si China sube los precios, el ajo español está salvado porque es de mejor calidad”, asegura Suárez.
Algunos casos de fraudes detectados hace tiempo con el ajo de origen chino para no pagar los aranceles, hicieron que los principales importadores estadounidenses empezaran a trabajar con ajo español. Brasil, Haití, Sudáfrica y Australia, son otros de los destinos, aunque su principal cuota de mercado sigue estando en Francia, Italia, Reino Unido y Alemania.
En ajo morado, este año se espera una calidad muy buena si la climatología sigue como en los últimos meses, y a nivel de producción se han mantenido prácticamente las mismas hectáreas (3.500), con un potencial por hectárea de 7.000-8.000 kilos.
Desde que en 2010 se constituyó, la IGP ha fomentado la promoción y la diferenciación del ajo morado respecto a otras variedades foráneas por vía de la calidad y la cercanía a destino.
España es el mayor productor de Europa y uno de los principales consumidores per cápita, con 2 kilos persona/año. “Por un euro de diferencia al año, ¿no merece la pena comprar ajo morado?”.