Seminis desarrolla sus variedades partiendo de una premisa fundamental: el sabor, para favorecer que el consumidor vuelva a comprar
A la hora de desarrollar sus materiales, Seminis tiene en cuenta las necesidades de productores y comercializadores, pero prioriza un aspecto clave, el sabor. La calidad interna es fundamental para la empresa, explica Miguel Sánchez, responsable de Cadena. Tener un producto que se diferencie en este sentido permite que el consumidor repita el acto de compra. Ejemplo de ello es su última novedad, Sugarlup, un melón Cantaloupe de sabor único y que además posee una gran precocidad, facilidad de identificación del punto de corte una vez alcanzada la madurez y un elevado porcentaje final de frutos comerciales, sin olvidar su excelente poscosecha.
Otras de las variedades que se enmarcan en esta estrategia de sabor son el amarillo Chester y los piel de sapo SV6203MP y Fonseca. Los frutos de Chester tienen una alta calidad y un elevado nivel de Brix incluso en fechas tempranas además de un gran rendimiento. De SV6203MP y Fonseca sobresalen su sabor y calibre, especialmente destacados en el caso de Fonseca, muy apreciado por los marquistas.
Y en el segmento de los Galia, Seminis sigue ofreciendo el éxito asegurado con la gama Cyroline, en la que se incluyen Verdasco para ciclo temprano y Robredo para el medio, ambos con un gran paquete de resistencias; sin olvidar SV5133MG, con una planta de gran adaptabilidad a las tres principales zonas de producción.
Por su parte, en el catálogo de sandía cabe destacar la rayada Romalinda por su elevada producción y su calibre (4-5kg), muy demandado en los mercados de exportación; Berta, indicada para destinos más lejanos como Rusia por su excelente conservación y sabor; y Fenway, un referente en sandía negra con un intenso color y un elevado nivel de Brix.
Por último, desde Seminis señalan la buena andadura comercial del polinizador desechable Polifun, que mejora el cuaje gracias a que sirve para todos los ciclos y tipos sin semillas.