La entidad pública Mercabarna cumple 50 años y se mantiene en la ‘pole position’ de los mercados mayoristas de todo el mundo, con retos desafiantes para los próximos años.
Mercabarna es, en la actualidad, el eje alimentario del Mediterráneo y su ámbito de influencia llega a más de 10 millones de consumidores de Cataluña, España y el resto del mundo.
Las cifras hablan por sí solas, ya que cada día llegan más de 23.000 profesionales a sus instalaciones, donde existen 700 empresas que generan 7.500 puestos de trabajo.
En la actualidad, la unidad alimentaria está inmersa en importantes proyectos que, a buen seguro, harán que Mercabarna siga siendo un referente mundial en el comercio y distribución de productos frescos. Entre ellos destacan: la renovación de las infraestructuras de los mercados centrales de frutas y hortalizas y de pescado, la creación de un centro de aprovechamiento de los alimentos, la construcción de un pabellón para alimentos ecológicos, la promoción de los productos de proximidad y la transformación digital
En su intensa historia, destacan hechos que han marcado y marcarán el futuro de este hub alimentario:
-En 1967, se constituyó la sociedad anónima mercantil Mercabarna.
-En 1971, se produce el traslado del Mercado de Frutas y Hortalizas del Borne a Mercabarna; en 1979, se sitúa el Matadero de la ciudad, en 1983, llega el Mercado Central de Pescado, en 1984 aterriza el Mercado Central de la Flor y en 1987 se crea la zona de Actividades Complementarias (ZAC).
-En 1988, el Mercado de frutas y Hortalizas se convierte en el primer mercado diurno del Mundo.
-En 2002 se crea el Punto Verde y el Banco de Alimentos
-En 2012, se inicia el proyecto de convertir Mercabarna en el Hub Alimentario del Mediterráneo.
Un núcleo empresarial audaz y visionario. Con toda seguridad, Mercabarna no sería lo que hoy es, si un grupo de audaces empresarios no se hubiera empeñado en realizar un cambio de horario sin precedentes, que influyó en la calidad y mejora de sus vidas y en la de todos los trabajadores del mercado. Este cambio supuso la posibilidad del relevo generacional y la modernización generalizada de todo sector.
Además, desde Mercabarna han surgido empresas y empresarios que en su afán profesional trajeron a los españoles productos antes nunca vistos, como la endivia procedente de Bélgica que importó Pere Sitjar o las primeras piñas de las Azores traídas por Carles Martí de CMR. A partir de entonces empezaron a entrar por nuestras fronteras productos como los kiwis, los aguacates o las bananas, y más recientemente, la gama de los exóticos (lichi, pithaya, curuba, guanaba, kiwano o rambután) o los productos étnicos. Cualquier comunidad, china, ecuatoriana o árabe puede adquirir en Mercabarna las frutas y verduras que consume en su lugar de origen.
Desde entonces la evolución de los compradores de Mercabarna se ha ampliado progresivamente y se ha transformado en función de los cambios sociales y económicos que se gestan en un mundo globalizado. Hoy, la oferta de Mercabarna es tan extensa y abarca tantos orígenes que, si no está, posiblemente no existe.
Hoy, Mercabarna es el Hub alimentario del sur de Europa y juega un papel fundamental como proveedor de los mercados municipales, tiendas de proximidad, cadenas de distribución y de exportación como una actividad organizada.