El mercado vive una revitalización de la categoría de manzanas de color dorado, entre las que figura Opal.
La producción europea de Opal superará este año las 3.000 toneladas. La mayor parte de los árboles se encuentran ya en su cuarto año productivo. Diversos son los licenciatarios a lo largo y ancho del continente europeo, por ejemplo, en Italia son el Consorzio la Trentina y Ortofruit las dos compañías autorizadas del club Opal.
En España las dos firmas que poseen acuerdos para la comercialización de esta manzana dorada son la catalana Nufri y la aragonesa Orchard Fruit. Con unos años de ventaja está Univeg en el Reino Unido, que ya entra en su quinta campaña y SanLucar como socio para los mercados de Alemania y Austria.
Los esfuerzos productivos y comerciales también se sitúan en el Hemisferio Sur, con socios como Dutoit en Sudáfrica, Mr. Apple en Nueva Zelanda y varios más en Chile. 2017 será el año de la primera cosecha de estas latitudes.
Desde el punto de vista agronómico, se trata de una planta muy vigorosa, resistente a múltiples enfermedades y que, dependiendo de la región de cultivo, puede adaptarse muy bien al cultivo orgánico, aunque su potencial productivo bien puede estar en la agricultura convencional.
Michael Weber, director de la firma alemana propietaria de la marca, fruit.select GmbH, explica que el objetivo a medio y largo plazo es situar la marca dentro de un segmento de manzanas Premium, aspecto que, por otro lado, reconoce que “no es una tarea fácil ni exenta de dificultades, pero contamos con los socios y el producto adecuado para estar donde pretendemos.”
“Por otro lado, la relación entre el color amarillo y la variedad Golden es un hecho para la mayoría de los consumidores europeos, lo que a priori resulta un hándicap, pero nuestro objetivo es crear una categoría independiente, y creo que estamos empezando a conseguirlo desde el momento en que se da un buen feedback, una vez que han probado Opal.”
Para ello, uno de los distintivos diferenciadores será el packaging destinado a aquellos consumidores que busquen la diferenciación y valoren el sabor por encima del color y, por supuesto, se sientan más atraídos por las variedades amarillas frente a las rojas.
El desarrollo de Opal responde a una singular historia relacionada con los años de la Guerra Fría en la República Checa, de donde es originaria esta manzana. Con el objetivo de buscar una fuente de vitamina C que pudiera sustituir a los cítricos, que no se podían importar ni cultivar, los breeders locales desarrollaron una manzana que pudiera suplir esta deficiencia y contuviera los mismos antioxidantes que las naranjas. Y fue aquí donde apareció la UEB 32642, o el resultado del cruce entre Golden Delicious y Topaz. Y, dadas sus características, la nueva variedad no se vuelve de color marrón cuando se corta y resulta perfecta para hacer zumos, de hecho, SanLucar ya los ha presentado en el mercado.