A pesar de ello, si hablamos de salud la manzana todavía tiene muchos mitos a su alrededor. La mayoría vienen asociados a su composición en algunos nutrientes que suscitan muchas dudas entre los consumidores. Por ejemplo, el azúcar, un elemento tan polémico como presente en nuestra dieta. ¿Qué sucede con la manzana? ¿Tiene azúcar o es un alimento exento de ella?
El azúcar de la manzana es la fructosa
Sí, la manzana tiene azúcar. Pero no te alarmes por ello. Concretamente, el azúcar presente en las frutas se llama fructosa. La fructosa es un monosacárido al igual que la glucosa, la unidad de azúcar más básica que utiliza el cuerpo humano. Si unimos una glucosa con fructosa, dan lugar a la sacarosa, que es el clásico azúcar blanco de mesa que todos conocemos.
En este sentido, la sacarosa es el formato habitual de azúcar añadido que encontramos en muchos alimentos procesados del supermercado cuya presencia en la dieta debería reducirse al mínimo. Hablamos de los ultraprocesados, productos ricos en azúcares, sal, grasas de poca calidad y harinas refinadas.
A pesar de su naturaleza, el azúcar que contiene la manzana no es motivo de preocupación hacia la salud, ya que es un azúcar intrínseco. Esto quiere decir que se ubica en el interior de la manzana, junto a otros elementos como fibra dietética que amortigua el impacto negativo del azúcar en la sangre. Además, la masticación propia que implica el consumo de fruta entera se asocia con una mayor saciedad y menores picos de glucosa en sangre. Es decir, el consumo de frutas supone un mejor control del índice glucémico.
Extraer el azúcar de las frutas es un problema
El problema viene cuando extraemos el azúcar de las frutas. Tanto en manzanas como otras frutas tipo naranjas, quitar la parte sólida y quedarnos solo con el líquido no es interesante en términos de salud. El motivo es que cuando retiramos el líquido nos estamos llevando con nosotros todo el azúcar de la fruta. Es decir, la parte menos interesante para la salud. Cuando esto sucede, por ejemplo elaborando un zumo a partir de fruta exprimida, decimos que los azúcares son libres.
Para la OMS (Organización Mundial de la Salud), los azúcares libres deberían ocupar como máximo un 10% de la ingesta calórica total diaria. Esto equivale, aproximadamente, a unos 25 gramos de azúcares libres al día. Por supuesto, no es una meta a alcanzar. Es decir, no hay que llegar a dichos 25 gramos, ya que es una recomendación máxima. La propia OMS establece que cuanto menos azúcar consumamos, mejor para nuestra salud. Y que una ingesta del 5% del valor energético total de la dieta puede traducirse incluso en mayores beneficios para la salud humana.