El reparto europeo de variedades de manzana encuentra en tres de ellas (Golden, Gala e Idared) una producción consolidada, aunque con diferentes tendencias de futuro.
Según se desprende del trabajo estadístico de Freshfel, la manzana Gala mantiene desde 2007 una tendencia claramente positiva, con un 26% de incremento y se sitúa por encima de 1.250.000 toneladas en 2016. La otra gran beneficiada es la Idared, con una subida del 19% y más de un millón de toneladas producidas.
La Golden, la única que siempre ha estado por encima de los 2.000.000 de toneladas, registra para el mismo periodo más altibajos y pierde fuelle desde 2014, situándose por debajo de los 2,5 millones de toneladas. A pesar de todo, sigue siendo la estrella europea, aunque con muchas posibilidades de sufrir el reparto del pastel varietal futuro.
En un rango inferior de producción, entre las 500.000 y 600.000 toneladas aparecen dos grupos: la Red Delicious y la Jonagold, por un lado y la Jonagored y la Shampion, por otro. El primero pertenece a la categoría de las perdedoras, ya que desde el año 2007, ha descendido su producción en el escenario europeo. En concreto, la Red Delicious ha perdido un 17% y la Jonagold un 36%. Por el contrario, las ganadoras son la Jonagored con un incremento del 31% y la Shampion, con el aumento más espectacular, un 170%. Sin embargo, Philippe Binard, secretario general de Freshfel, mantiene dudas sobre el incremento desmesurado de la Shampion, “una manzana que puede interesar mucho en Polonia y sus mercados, pero que carece de interés en otros lugares.” Igualmente podría suceder con la Jonagored, muy aceptada en el Benelux y Alemania.
Dentro de las 250.000 a 400.000 toneladas de producción confluyen diversas variedades, con una única en descenso, la Elstar (-16%) y aumentos muy significativos de Cripps Pink, que crece un 271%, Fuji con un 50% de aumento y Braeburn, con el 10%.
“De manera global, hay que destacar que en estas proyecciones de cosecha existe un grupo de otras variedades que representa 1,8 millones de toneladas y que no aparece en las estadísticas (principalmente son locales), pero que significan casi el 8% del total, así como otras 530.000 de variedades nuevas o algunas club,” matiza el directivo, al tiempo que reclama mayor transparencia en los datos.
Las exportaciones. En sólo una década, Europa pasa de ser una importadora neta de manzanas a un continente exportador. En 2005, las importaciones del Viejo Continente rozaban casi el millón de toneladas y una década después, éstas son tan sólo de 450.000. En el lado opuesto de la balanza, encontramos que las exportaciones en 2005 eran de unas 700.000 toneladas y diez años más tarde, las ventas fuera de la U.E. crecen en un millón de toneladas y se sitúan en 1.700.000.
Con estos datos en la mano, es casi seguro que el sector debe hacer un planteamiento más que necesario de hacia donde dirige sus expectativas de futuro. Tal y como planteó Herbert Dorfmann, parlamentario europeo de Sur Tirol, “los exportadores de manzana deben mirar fuera de las fronteras europeas.”
En este mismo sentido se manifiesta Binard quien comenta que “Europa debe permanecer atenta porque después del batacazo ruso, el segundo destino más importante puede presentar problemas, ya que Argelia se está moviendo bajo políticas proteccionistas, Libia casi ha desaparecido como mercado y Egipto tiene problemas económicos. Sólo Marruecos mantiene su demanda habitual.