Tras más de 10 años de desarrollo, Kiku presentó en Interpoma su nueva variedad, Alnova, una Pinova temprana que se adelanta 17 días respecto a otras variedades. Su comercialización será libre y el feedback está siendo muy positivo aseguró Jürgen Braun, general manager de la empresa, en una entrevista con Fruit Today durante el Congreso Interpoma celebrado del 17 al 19 de noviembre.
Alnova es un material interesante para países como Alemania, Polonia o Eslovaquia, entre otros. “Hay mucho interés por parte de productores y viveros”. Agronómicamente, una de sus ventajas es la homogeneidad en el crecimiento. “La cosecha se realiza en dos recolecciones. En 10-12 días se puede recoger todo”.
A nivel externo, Alnova tiene una forma elongada muy elegante. Su textura en boca es crocante y firme, por lo que podría permitir la adaptación a recolección mecanizada en un futuro.
A destacar también su buena poscosecha y la posibilidad de comerla directamente del árbol, algo que no sucede con Pinova, por ejemplo. Esta característica “permite tener un programa más amplio a nivel comercial”, detalla Jürgen Braun.
De forma paralela, Kiku sigue trabajando en el desarrollo de variedades más robustas, con una menor necesidad hídrica, más productivas y resistentes a cambios de temperatura. Y es queel cambio climático está provocando numerosos contratiempos en las cosechas. “Quizá en 10 años una variedad precoz como la Gala no se pueda producir”.
Dentro del catálogo de la compañía están variedades club como Red Moon e Isaaq. La primera, de pulpa roja, tiene una producción muy reducida que se lleva a cabo en Italia y Francia. Mientras que la segunda destaca por su tamaño, ideal para degustar como snack.
“Es un buen momento para las variedades libres, aunque sigue habiendo espacio para los Club”, puntualizó Braun.