Larga travesía en el desierto

Los regantes almerienses reclaman un precio único para el agua y que se finalicen las infraestructuras para abastecer al sector agrícola 

En Almería, la carestía endémica de recursos hídricos ha hecho que la provincia sea, junto con Israel, el lugar del mundo con mayor rentabilidad en el ahorro del agua (es la cuna del goteo en España. Entró desde Israel en el ’72). Pero al ritmo que avanza el sector agrícola (en 2016/2017 produjeron 3.375.970 toneladas de frutas y hortalizas en 55.195 hectáreas, según datos de Cajamar), no se podrá sostener esta situación.

El pasado mes de septiembre desde FERAL (Federación de Regantes de Almería) constituyeron la Mesa del Agua para canalizar la defensa de los intereses de los regantes almerienses. A principios de 2017 crearon el Círculo por el Agua, junto con la Mesa del Agua de la Región de Murcia y el Foro Pro Agua de Alicante. Su objetivo es conseguir agua y a precios razonables.

Se trata de una situación que se dilata en el tiempo. En el Almanzora llevan desde 2012 esperando la puesta en marcha de una desaladora que aportaría 20 Hm³ y que quedó inutilizada tras un temporal. Actualmente la zona tiene un “déficit de 35-40 Hm³ entre la que falta y la que se podría estar usando”, asegura el presidente de FERAL y portavoz de la Mesa del Agua, José Antonio Fernández.

En Níjar y Bajo Andarax la desaladora de Carboneras se ha quedado pequeña y los regantes reclaman una ampliación urgente. Además, en el Poniente almeriense la desaladora puesta en marcha hace unos meses tiene un problema: los Ayuntamientos no tienen infraestructuras para aprovechar el agua al 100%. Ante esto, Roquetas de Mar y Vícar afrontarán los proyectos de Acuamed con inversiones propias. Urge también acometer una desalobradora en la Balsa del Sapo para evitar el vertido de 8 Hm3 de agua al mar cada año.

Cuando presentaron la Mesa del Agua el propio Fernández aseguró que el sector está siendo «víctima de las luchas políticas entre administraciones». El hecho de que en la provincia confluyan las competencias de tres órganos de cuenca (Confederación Hidrográfica del Segura, Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y Cuencas Mediterráneas Andaluzas) no ayuda a la resolución de los problemas y como resultado de todo ello son los regantes y comunidades las que “tiran del carro”. Un ejemplo claro es el plan de recuperación del acuífero del Poniente, que cuenta con la adhesión de más del 80% de los regantes de la zona. Gracias a ellos se dejarán de extraer hasta 53 Hm³ de agua del acuífero en dos años.

“Somos los olvidados. En la España húmeda el agua más cara está a 2 céntimos, y aquí el agua desalada cuesta 0,50 euros en el Poniente, la zona con mayor concentración de invernaderos del mundo”.

Esto pasa mientras en Granada, la presa de Rules tira 120-130 Hm³ al mar porque falta una canalización. “Nosotros propusimos pagar la tubería y traer agua de la cuenca del Guadalfeo hasta el embalse de Benínar y desde ahí poder conectarla a través de la inacabada Autovía del Agua, pero no hemos obtenido respuesta”.

Por si faltara poco, en los Presupuestos Generales del Estado se han recortado un 61% las inversiones en materia hídrica en Almería, pasando de los 57,9 millones de euros presupuestados en 2016 por la sociedad Acuamed a 22,5 millones para 2017.

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