Con estas palabras se expresa Pascual Prats, presidente de la Asociación Nacional del Kaki, quien muy a su pesar, ratifica que lo único que se está haciendo es frenar la plaga, pero no extinguirla.
El cotonet no es una plaga nueva pero este año se ha cebado especialmente en el kaki. Parcelas que tenían una afectación mínima, un 10%, incrementan la presencia de la enfermedad hasta un 25%.
¿Cómo son los primeros síntomas de campaña para los integrantes de la Asociación? ¿Qué volumen de producto se espera comercializar?
Estamos viviendo una gran incertidumbre debido a la extensión del cotonet. La verdad es que existen campos en los que, incluso, no se va a recolectar, tanto de cooperativas como de comercio privado. El volumen dependerá mucho de la plaga porque puede evolucionar y hay generaciones cada 25 días. Aunque se trata el árbol por fuera, el cotonet sigue presente.
Como volumen potencial teníamos unos 360 millones de kilos, pero habrá casi unos 70 millones de kilos que no se recolectarán. Creo que nos movemos en torno a una disminución del 20 o 25% casi seguro.
¿Esta situación significa que se han hecho muchos más tratamientos en su conjunto para abordar el problema?
Sí, efectivamente pero no nos han funcionado. Hemos probado con sistemas biológicos-criptolemus, al tiempo que hemos seguido con la lucha química, pero manteniendo un equilibrio para no perjudicar a los depredadores que soltamos. En conjunto, no sabemos por dónde nos encontramos en este asunto las plagas.
Entonces ¿los costes de producción son más elevados de lo habitual?
Por supuesto, hay agricultores que han pasado de hacer 5 tratamientos al doble, y todo ello sin solucionar el problema. A estos costes hay que añadir el encarecimiento de las materias primas, electricidad, abonos, gasoil, etc. Hace 15 años con un tratamiento lo teníamos todo solucionado, hace 10 eran cinco tratamientos y ahora debemos sumar 3 más.
¿Existe la posibilidad de rechazo del kaki español en algunos países por el problema de las larvas del cotonet?
Por supuesto que existe esa posibilidad en algunos países como Arabia Saudita, Canadá o Brasil, por nombrar algunos destinos. Este panorama no hace nada más que complicar las cosas. Vamos a tener que realizar una selección mayor tanto en campo como en almacén para que nuestros clientes tengan la mejor calidad.
Este año no habrá solución porque la efectividad de los tratamientos no dura más de 20 días. Lo único que hacemos es frenar la plaga, pero no se extingue. Si no la tratas te puede afectar al 100% del cultivo.
Supongo que no existe urgencia por abrir nuevos mercados. ¿Qué puede añadir al respecto?
El problema actual del cotonet hace que focalicemos toda nuestra atención, por ello la búsqueda de nuevos mercados ha pasado a segundo plano. Esto no significa de ninguna manera abandonar la idea de exportar o que no se vaya a hacer. Muchos de los integrantes de nuestra asociación lo hacen y muy bien, incluidos destinos muy lejanos, y lo seguirán haciendo.
Contaremos con una buena calidad porque existe, pero nos va a costar mucho elegir la fruta en campo, aunque también hay que decir que existen campos en los que no hay incidencia de la plaga en localidades como Casinos, Godelleta, etc., que servirán para aprovisionar a los mercados más lejanos, que evidentemente atañen mayor coste y riesgo que el mercado nacional o europeo. Debo señalar que el encarecimiento de los fletes marítimos es un fuerte hándicap para la exportación a larga escala.
En términos de trabajo, en el seno de la Asociación ¿qué se ha hecho últimamente?
El objetivo de esta entidad es la resolución conjunta de lo que a todos nos atañe. Estamos muy orgullosos de haber dado un paso adelante con Hispatec, que nos ayudará en tiempo real a conocer volúmenes disponibles y precios de mercado. Es un sistema de software en el que introducimos los datos de forma anónima, pero nos beneficiamos del conocimiento del mercado.
¿Influirá la situación actual en mayor número de arranques?
Indudablemente, calculo que el año que viene habrá una reducción de árboles entre un 10% y un 20%. El cotonet ha generado un problema social para muchos agricultores que ven como con la situación actual peligra su patrimonio. Por ello habrá arranques con toda seguridad.