Sin abandonar la categoría de la fruta de hueso, la crisis del sector desvía la atención de los obtentores hacia la fruta de pepita
Fruit Today euromagazine habló con Frédéric García, de la compañía francesa Escande, quien explicó por qué se produce esta situación.
¿Cuál es la actitud que usted observa por parte de los productores en hueso, (en el sentido de que siguen interesados en nuevas variedades o, por el contrario, prefieren seguir trabajando las que ya poseen)?
Sí, en efecto, en 2017 el albaricoque atravesó una crisis muy importante. Parece que la carrera hacia la renovación ha llegado a su fin y nosotros hemos comenzado a anticipar este cambio. Nuestra estrategia de innovación y desarrollo se ha direccionado hacia otras frutas: manzana, pera y la ciruela americano-japonesa.
¿Cuál es la prioridad básica de sus nuevas obtenciones?
Este año ponemos el acento en el desarrollo de manzanas, especialmente en dos resistentes a la mancha: ANISE®, una amarilla, tipo Golden, con maduración a principios de agosto y PIXIE®, de un rojo ‘lavado’, 80-100% de coloración, con maduración a finales de agosto y grandes cualidades gustativas. Entre ellas destaca la Gala Schnicored (cov Shniga®) referente en Europa y la Golden Parsi (cov Da Rosa®) o la roja americana Red Delicious Roat (cov en curso).
Sin embargo, no abandonamos el hueso y este año proponemos tres nuevas variedades de albaricoque, especialmente una variedad ultra-precoz, autofértil, con buenos calibres y una buena calidad gustativa. En ciruela, trabajamos con los grandes productores europeos de ciruela americano-japonesa. Las plantaciones se realizan con variedades que han sido probadas en Francia y España, y de las que esperamos un fuerte desarrollo en las próximas tres campañas.
La limitación de productos fitosanitarios en Europa, ¿marca el progreso de una compañía como la suya ya que los productores buscan variedades que deben ser tratadas lo menos posible?
Sí, esta tendencia se ha hecho muy patente en el mercado y seguirá creciendo. Es la razón por la que trabajamos este nicho desde el 2000 (especialmente con la manzana Juliet), proponiendo variedades resistentes a las enfermedades de manera natural.
¿Hacia dónde se enfocan los nuevos retos de la empresa?
Nuestro modo de trabajo consiste en aportar un acompañamiento técnico de todas nuestras variedades. Mantenemos campos propios experimentales y elaboramos itinerarios técnicos reales. De esta manera, podemos aconsejar y minimizar los errores de producción y alcanzar el potencial agronómico óptimo de la variedad. Los criterios de productividad y calibre son requisitos indispensables, pero el eje central de cualquiera de nuestras variedades lo constituye el sabor.
Nuestra filosofía de empresa está totalmente integrada y realizamos los cinco pasos de la cadena: obtentor, editor, viverista, productor y comercializador, lo que nos permite aportar ayuda técnica en un sector donde la reducción de costes es esencial, y la elección de la variedad correcta es primordial.